Román
Le puse este nombre debido a su temperamento, su velocidad y nuestra pasión por el fútbol: Román camina y sólo en pocas oportunidades, podemos lograr que trote. Por eso, lo nombramos como a Román Riquelme: camina, pero no corre. Es el más tranquilo de la manada, ideal para quienes tienen su primer contacto con un caballo.
Es el caballo perfecto para iniciarse en cualquier práctica de monta, como primera experiencia antes de utilizar animales más activos y caminadores.
También es ideal para la iniciación porque es un caballo de estatura baja, ya que mide 1,20 mt. a la cruz (el lomo), por lo que entraría dentro de los caballos denominados "petisos".
Vicente
Lo llamamos así porque tiene una oreja cortada, al igual que el pintor Vincent van Gogh. Cuando era potrillo, tuvo un accidente con un alambrado que le produjo un pequeño corte en la oreja derecha. Ahora, esa marca es su señal distintiva. Al igual que Román, es un caballo de baja estatura; sin embargo, no pertenece al grupo de los petisos, ya que proporcionalmente es como un caballo normal pero de pequeña estatura. Su pelaje es overo rosillo (tiene bordes difusos entre el fondo blanco y las manchas coloradas): éste es un pelaje poco común y apreciado por los conocedores.
Es un animal con mucha actitud, obediente a las riendas y responde rápidamente a las órdenes de su jinete. Su trote es parejo, y posee un galope corto y estable para el jinete. Para niños, también es un animal propicio debido a su docilidad.
Pedro
Lo llamamos Pedro porque es el clásico nombre de las personas buenas y honestas, tal como lo es este caballo. Su pelaje es zaino colorado (es una mezcla uniforme de pelo negro y marrón).
Es el más fuerte de la manada, su porte es imponente y presenta una mansedumbre excepcional. Es el caballo que recomiendo para todos los padres que desean pasear con sus hijos pequeños; su mirada mansa genera confianza en quienes lo montan. Su paso es continuo y tranquilo, y su fortaleza amortigua las bajadas y subidas del camino.
Fuego es el líder y el más veloz de la manada, y tiene trece años. Su pelaje es alazán (pelo colorado y negro, con predominancia del colorado). Se llama así porque los pueblos árabes le daban esa denominación a los caballos con ese pelaje porque, al trotar, se asemejan a una ráfaga de fuego en el horizonte.
Es un caballo muy activo, por lo que se recomienda principalmente para jinetes que hayan montado anteriormente a caballo.
Paloma
Es la única yegua de la manada. Su pelaje es oscuro, con una estrella en la frente. Decidimos llamarla Paloma porque su nombre anterior, Picaza, le era muy difícil de recordar a mi esposa. Por lo tanto, después de repetirle muchas veces su nombre real, preferí (por cansancio) bautizarla Paloma, como la llamaba mi esposa.
Al igual que a Fuego, la recomiendo para aquellos jinetes que posean algún tipo de experiencia anterior montando caballos. Camina a una velocidad próxima al trote, lo que, entre los conocedores, se llama "entrepaso" o similar al "pazuco".
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